
Es una realidad curiosa de este mundo: la triste ironía expresada mejor que yo por algún escritor de la Warner brothers en "El abogado del diablo" el triste juego del destino; expresado bajo las reglas de:
Mira, pero no toques....
Toca, pero no pruebes...
Prueba... pero no tragues...
Y es que parece que el destino se jacta de brindarnos habilidades que a nuestro parecer... no son necesariamente las mas aptas... ¿quien no ha sufrido porque alguna otra cosa le sale mejor a algún otro vecino y para colmo impresiona mas a quien tu quisieras impresionar? y para colmo de las desgracias el "maldito bastardo" ni se inmuta ante cada acción que a tu parecer no tiene nada que envidiarle a una proesa divina; es parte de la naturaleza humana la envidia y corroe cada fibra de nuestro ser cuando queremos algo de verdad.
Sin embargo es esa capacidad que llevada a un limite extremo nos causa tanto daño; la que nos permite amar, admirar y querer; así como apreciar todas las cualidades del genero humano de la cual al menos una reside aún en el parásito mas lastimero de esta corrupta sociedad...
Y es que como bien dice Gabriel en "Constantine":
El dolor hace que mostremos nuestra mejor cara...
Y así nos movemos todos danzando esta irónica y deslumbrante melodía, no trataré más por ahora de comprenderte; sino que me regocijare con tu sonido estupefaciente e intentaré ante la sonrisa macabra de mi lúgubre destino arrancarte una sonrisa de esa cara de acero, de esos ojos fríos y de ese semblante complaciente...
Pues supongo que nada gana el pez que va contra la corriente; o al menos eso has tratado durante mi vida de demostrar y por una noche al menos; y para que uno de los dos sea feliz aunque sea un momento...
No te llevare la contraria... Mas bien te abrazare por completo y si veo que haciendo eso encuentro también un poco de descanso... Te arrojare aún más lejos... Y te llevare la contraria con aún más fuerza cuando salga de nuevo el sol...
Nos leemos la próxima...
jeje es cierto!! a principio de los 600 antes de cristo, taoistas aplicaban una alegoria que interpretaba la vida como un hombre en medio de un rio. si iba contra la corriente del rio para llegar a la orilla lo mas probable es que el rio lo iba a azotar con mas fuerza. Si en cambio se iba con la corriente y esperaba el momento indicado, el podria lograr sobrevivir. de este pensamiento surgio el ying yang, con base en que la vida deveria de ser regida no por un metodo sino por el balanze entre este metodo y su contraparte
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